Cuando dedicas buena parte de tu vida a oficiar bodas y casar parejas de todo el mundo, famosos incluso, podría decirse que sabes detectar una buena unión en cuanto la ves. Y eso es precisamente lo que le ocurrió a este gibraltareño de 51 años cuando se montó por primera vez en su AK 550. Desde entonces, su pasión por este megascooter y por la marca KYMCO le ha llevado, cual superhéroe, a tener dos identidades: funcionario del Peñón los días laborables y 'KYMCO Kid' los fines de semana.

«KYMCO da vida». Así de rotundo se muestra Adrián, llanito orgulloso y motero desde los 17 años, cuando se le pregunta por cómo ha cambiado su vida desde que tiene un AK 550. Y es que, cada fin de semana, sin excepción, él y su mujer recorren Andalucía en scooter, siguiendo todo tipo de rutas y llegando a rincones donde nunca habrían llegado con otro tipo de vehículo. Es más, Adrián ni siquiera tiene carné de coche porque nunca lo ha necesitado. «Vivir en Gibraltar me permite ir andando al trabajo y, cuando quiero hacer turismo y disfrutar de la carretera, con mi AK 550 tengo todo lo que necesito. No echo de menos para nada disponer de cuatro ruedas».

Esa pasión por salir a carretera, compartida con su mujer, ha hecho que forme parte de varios grupos de moteros… incluido uno de dueños de Harley-Davidson que, prácticamente, le adoptaron. «Todos somos moteros, también los que conducimos un scooter y cuando ven lo que puedes hacer con él, se rinden ante la evidencia».

De hecho, fueron esos moteros de la ‘vieja escuela’ quienes le cambiaron el nombre por el que le ha hecho conocido en Instagram. «Cuando empecé a salir con ellos, yo tenía 49 años y era, con diferencia, el más joven del grupo. Eso hizo que me empezaran a llamar el niño de la KYMCO». Con el paso del tiempo, ese apodo se convirtió en KYMCO Kid y en una manera de entender la vida, ya que vaya donde vaya, Adrián presume de AK 550 y de la marca KYMCO.

  Con mi AK 550 lo tengo todo. No echo de menos para nada disponer de cuatro ruedas»-. Adrián Traverso (51), Gibraltar.

«No solo me han contactado por Instagram usuarios y distribuidores KYMCO de lugares como Reino Unido, Israel, Indonesia o la propia Taiwán, sino que la gente me escribe cada vez más por haberme reconocido en alguna de mis rutas». Y es que, buscar KYMCO en Instagram te lleva irremediablemente a conocer su perfil, repleto de fotografías impresionantes de la costa andaluza en las que AK 550 siempre ofrece su mejor imagen.

Al preguntarle por un reto pendiente, cuando la situación epidemiológica lo permita, no tiene duda. «A mi mujer y a mí nos encantaría cruzar la Península Ibérica de oeste a este hasta los Pirineos, e incluso cruzarlos y llegar a Francia. Sé que con mi AK 550, podré lograrlo».

 

 

 

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