CV3 575

El motor bicilíndrico de CV3 transmite potencia de forma directa, suave y constante gracias a su sistema de transmisión por correa de Kevlar. Sin tirones, sin interrupciones.
Solo empuje puro, supervisado por el control de tracción (TCS), para que cada aceleración sea una conexión limpia con el asfalto.
Es la nota final de una sinfonía de 51 CV que empieza cuando decides moverte otra vez.

Cuando clavas los frenos, la moto no se descompone. La reducción de peso suspendido por las aleaciones ligeras y la disposición de la suspensión trasera tan peculiar anulan las inercias, manteniendo la zaga pegada al suelo.

Siente el aplomo, la estabilidad.. Es pura física a tu servicio.

Tú eliges tu experiencia: cúpula baja para sentir el pulso del viento o cúpula alta para viajar en autopista y devorar kilómetros.

Dos posiciones diferentes. Dos versiones de ti.

A veces, necesitas un control diferente. El pedal de freno te da el poder de la frenada integral, repartiendo una presión individual a cada eje.

Combínalo con las manetas en una apurada de frenada al límite o úsalo para modular la velocidad con suavidad, o para cambiar las geometrías en marcha para las curvas. Todo un arsenal de pilotaje a tu disposición.

Tu casco es sagrado. Aquí descansa en un espacio iluminado por un fotosensor que se anticipa a tu llegada. Un cofre con capacidad para un casco integral y una toma de 12V.

Porque la pasión no está reñida con la practicidad.

El sonido es una gran parte de la experiencia CV3.

Un rugido grave y ronco, lleno de carácter, que nace de esta doble salida.

No es solo estética, es la acústica que define la personalidad del motor del CV3 y que, a la vez, optimiza el control de emisiones.

Cada vez que te detienes, conquistas un nuevo espacio. Activa la palanca ergonómica de manipulación intuitiva y siente como CV3 se calma.

En una pendiente, un mirador o donde decidas. Es la certeza de que tu máquina te espera, siempre segura.

Esto no es un asiento. Es una cabina.
El espacio está dividido para que piloto y pasajero viajen con independencia, sin invadir al otro.
En trayectos largos, es la diferencia entre ir… o disfrutar.

El respaldo lumbar de CV3 te une a la espina dorsal de la máquina.
Con cuatro posiciones de ajuste, se adapta a ti para que sientas cada reacción del chasis como una extensión de tu cuerpo.
Para el pasajero, una ventaja añadida de confort y libertad.

El frío ya no es una razón para parar.
 Con tres niveles de calor en los puños, el invierno se convierte en una excusa más para salir a rodar.

Activa el control de crucero en vías rápidas y deja que la moto respire por sí misma. El asfalto te pertenece todo el año.

La potencia sin control no sirve de nada. Ajusta la distancia de las manetas y encuentra el punto exacto de mordiente en los frenos.

Un tacto perfecto significa confianza absoluta para apurar cada frenada. El control empieza en la punta de tus dedos

Pulsa el botón y siente cómo el tren delantero se vuelve de acero.

La moto se mantiene vertical, desafiando a la gravedad mientras tú te concentras en el siguiente movimiento. Tu excusa, ahora, también desafía la física.

La noche es solo una extensión del día si sabes iluminarla.
El potente haz LED de CV3 corta la oscuridad con nitidez absoluta y carácter, revelando cada secreto del asfalto.
Cuando lo veas encendido, lo entenderás.

Tu paso no puede ser ignorado. La doble línea de su firma lumínica deja una estela inconfundible en la noche.

Al tocar el freno, un destello de LEDs de alta potencia advierte con una contundencia absoluta. Es tu rúbrica en el asfalto.

Menos gestos, más instinto. El mando en el bolsillo, el pulgar sobre el botón.

Siente la sinfonía del motor cobrar vida bajo tus órdenes. Sin distracciones, sin esperas, y sólo cuando estás dentro de su radio de alcance.

Confianza es saber que el tren delantero nunca te va a fallar. El sistema KALS con sus cuatro amortiguadores y su doble disco de freno es tu pacto con el asfalto.

Un acuerdo de agarre y aplomo inquebrantables que te permite inclinar y frenar más allá de lo imaginable.

Justo delante de ti, como las teclas de un piano, los controles secundarios.

Un acceso rápido a funciones que ajustan la máquina a tu voluntad. No están en el manillar para no distraerte de lo importante: sentir la conducción.

No es sólo una pantalla TFT, es una ventana al corazón de la bestia. Las revoluciones suben, la velocidad parpadea, toda la información vital fluye hacia ti de forma clara e intuitiva.

Es el diálogo constante entre tú y tu excusa.

Tu música, tu GPS, tu conexión.
La toma USB de CV3 mantiene encendida tu aventura hasta el último kilómetro. Porque con CV3 siempre llegarás un poco más lejos.